Michael Jordan admite su adicción al juego
El máximo exponente de la historia de la NBA, Michael Jordan ha sido siempre objeto de controversia tanto dentro como fuera de la cancha. Lejos de ser un hombre perfecto, el dios del baloncesto ha demostrado contadas veces ser de carne y hueso. Entre sus debilidades se ha reconocido recientemente que es un apostador compulsivo.
Las leyendas son de carne y hueso
La era del video online, también conocido en inglés como on demand, ha logrado como nunca en la historia que millones de personas en el mundo vean lo mismo de manera simultánea. Así como Michael Jordan monopolizaba las candilejas con los Chicago Bulls, hoy lo hace en Netflix con la serie que retrata su vida.
La tira documental The Last Dance estrenada recientemente en el servicio de streaming estadounidense, ha arrojado en las últimas semanas datos de lo más curiosos sobre la vida del astro. Esta serie estrenada el 19 de abril de 2020 es probablemente uno de los retratos más completos sobre la figura del número 23.
Con apariciones estelares de otras figuras de los años noventa y actuales, como sus compañeros de aquella plantilla de Chicago Bulls que lo ganó todo como Scottie Pippen y Dennis Rodman, como así también otros personajes reconocidos mundialmente como el entrenador Phil Jackson y hasta el propio expresidente de los Estados Unidos, Barack Obama.
A diferencia de otras semblanzas sobre uno de los máximos campeones de la historia rica de la NBA, The Last Dance se centra en la vida privada también donde se arrojan datos de toda clase. El nivel documental llega a tal punto que se incluyen imágenes inéditas sobre la última temporada en los Bulls en 1998.
Es que la carrera de Michael Jordan ha estado plagada de excesos, peleas, drama y locuras que bien merecen un repaso exhaustivo. Si bien se centran en su último año con los Bulls, se pueden apreciar grandes y particulares momentos de otrora como las dificultades que tenía con sus compañeros como así también con el periodismo.
Michael Jordan y sus excesivas apuestas
Ya en el año 1993 se conocía acerca de Michael Jordan y sus estrafalarias apuestas. Si bien en la serie el astro reconoce que esto es cierto, difícilmente aquellos que conocen bien su historia pudieran decir que alguna vez lo hubiera negado. Quedará para siempre su famosa frase frente a los medios “vivo mi vida como quiero”.
Esta filosofía de vida que bien podría parecer caricaturesca, hasta similar a la del personaje de la serie animada americana Bart Simpson, no era más que la declamación de alguien que siempre se sintió por encima de todos. Cuentan que Jordan una vez perdió una apuesta con un narcotraficante en un partido de golf.
La policía, lejos de aprehenderlo, reconociendo el poder que su majestad poseía en el mejor momento de los Chicago Bulls, le advirtió que debería cesar toda clase de actividad ilegal. La dirección general de la NBA también intentó ponerle límites, pero nunca les fue posible domar a la bestia amada por muchos y odiada por otros.
Todo comenzó en 1993, un año antes de su primer retiro, cuando trascendieron los primeros casos de excesivas apuestas perdidas por Jordan, los periódicos se hicieron un banquete. Las más importantes fueron en torno al golf. La primera, fue una pérdida de 57.000 dólares. Pero la segunda fue demasiado grande: 1 millón 25 mil dólares contra el autor Richard Esquinas.
Coincidentemente, cuando hubo terminada la temporada de la NBA que estuvo envuelta en todos estos casos, un todavía joven Michael Jordan se retiró del baloncesto. Lo que sucedió luego fue tan espectacular que solo le podría pasar a personas como él o Diego Maradona, fichando para un equipo de béisbol.
Así es, entre 1993 y 1994, jugó para los Chicago White Sox, un equipo de las ligas menores. Entre medio de una controversia que sacudió al mundo, el astro cambiaba su legendario número 23 por el 35. Según cuenta en su autobiografía, su carrera y popularidad lo habían desgastado y ya pensaba en 1992 en un retiro temprano.
Pero según trascendió, este cambio podría haber tenido otra razón. Es que algunos sospechaban aquel entonces que habría existido una negociación secreta entre el propio Jordan y la NBA para dejar la franquicia debido a sus desquiciadas apuestas ilegales en 1993. Años más tarde se desacreditó esta teoría, aunque la duda queda.
Otra razón que mencionan los biógrafos es que en ese mismo año su padre había sido asesinado por dos jóvenes que intentaron robarle el carro. De acuerdo con los expertos, Michael Jordan tenía una relación muy estrecha con su padre. De hecho, se comenta que era el único capaz de ponerle límites.
Confesión y nueva vida
En el año 1995, mientras filmaba la película animada Space Jam, Michael Jordan volvió a los Chicago Bulls para jugar por otros dos años más. Fortalecido por sus dos años fuera de las canchas, parecía que sus excesos habían quedado atrás, pero la historia nunca volvió a ser la misma y su carrera entró en un cierto declive.
En una entrevista en el famoso programa televisivo 60 minutos, el astro reconoció haber tenido graves problemas con el juego y las apuestas. En la entrevista realizada por Ed Bradley en 2005, Jordan dio detalles sobre un pasado al que prometía no volver jamás. Por ahora solo quedan las historias y su magia.