Típicas expresiones del póker que usamos a diario

El póker y otros muchos juegos de cartas son tremendamente populares en todo el mundo, tanto en los casinos como en cualquier fiesta privada o celebración familiar. Esto explica, desde luego, que existan tantas variantes de cada juego y que en casi cada casa haya unas normas o reglas especiales. También es, sin ninguna duda, el motivo por el que nuestro idioma está lleno de expresiones que derivan de algún juego de naipes: “poner cara de póker”, “tener un as en la manga” o “cantar las cuarenta”, seguro que todos las hemos usado alguna vez. No tenemos espacio para explicarlas todas, pero hemos hecho una selección de las 5 más conocidas y te contamos de dónde vienen.
Croupier despliega una baraja de póker sobre el tapete.
Publicado el: 7 JUL 2022

😎 Tener un as en la manga

Esta expresión, si no tiene su origen en el póker lo tiene sin ninguna duda en algún juego de cartas. Y es que este naipe, el as, suele ser la carta de mayor valor y con la que es posible que consigas una mano ganadora.

Al parecer, esta expresión surgió a partir de las prácticas totalmente reprochables de algunos jugadores que escondían ases en sus camisas o chaquetas para sacarlos más adelante en la partida cuando los necesitasen; otros discuten que puede tener su origen en los trucos de magia, ya que muchos magos esconden las cartas en las mangas para después sorprender a sus espectadores.

A nosotros, sin embargo, nos gusta más la primera opción, aunque sea una artimaña típica de los tramposos. Hoy en día, esta expresión significa tener un recurso o plan alternativo desconocido para los demás que puede salvarte de un desastre seguro.

    Ejemplo: El juicio parecía perdido, pero la abogada se guardaba un as en la manga y en último momento logró salvar la situación.

🙄 Echarse un farol

Mientras que con la expresión anterior podíamos tener cierto recelo respecto a su origen, con esta no cabe ninguna duda: “echarse un farol” nació en el contexto de las partidas de póker. Y es que esta técnica es clave si se quiere llegar a ser un buen jugador de póker.

Consiste, simple y llanamente, en engañar a los demás mediante acciones que les hagan pensar que tus intenciones son las contrarias. Es decir, un jugador que tenga una mala mano se echará un farol si apuesta muy fuerte y hace pensar a los demás que sus cartas son inmejorables y que ganará esa ronda.

Pues lo mismo cuando la aplicamos en el día a día: a través de lo que se dice o hace, hacer creer a los demás que tus intenciones son otras para conseguir que hagan algo a tu favor.

    Ejemplo: Matías le dijo a sus jefes que, si no le subían el sueldo, dimitiría; pero claramente se estaba echando un farol.

😐 Poner cara de póker

El póker, además de saber cuándo farolear, consiste igualmente en ocultar tus emociones, ya que puedes estropear una buena mano si los contrincantes se dan cuenta de las cartas que tienes por tu expresión facial. De ahí viene el dicho “poner cara de póker”; es decir, una cara totalmente inexpresiva y neutral ante en una situación que sin ninguna duda merece algún tipo de reacción.

La canción de Lady Gaga y los memes de póker que circulan por internet popularizaron en todo el mundo este dicho en su versión inglesa, poker face, pero a nosotros nos sigue gustando más el nuestro, el de casa.

    Ejemplo: Los policías acusaron al sospechoso de haber robado para ver su reacción, pero él puso cara de póker y se mantuvo impasible.

🤗 Poner las cartas sobre la mesa

Si estás echando una partida a cualquier juego de cartas y los jugadores ponen sus cartas sobre la mesa se desvelan todos los misterios: se sabe qué mano tiene cada uno, quién estaba de farol y, lo más importante, quién gana y quién pierde. Como figura literaria significa que todas las partes desvelan sus intereses e intenciones reales y obran con total sinceridad.

    Ejemplo: A la hora de negociar, las dos partes decidieron poner las cartas sobre la mesa y dejar claro desde el principio cuáles eran sus intereses.

🤬 Cantar las cuarenta

Vale, lo confesamos: esta expresión no viene del póker, pero es tan típica que la teníamos que incluir sí o sí. Deriva de uno de los juegos más populares en España, el tute. Pero ¿de dónde viene exactamente?

Bueno, pues para eso necesitamos explicar antes las reglas más básicas del tute. El juego consiste en reunir el mayor número de puntos posible. Al principio de la partida se saca una carta, que indicará qué palo es el triunfo; es decir, cuál es el que más puntos vale. Juntar el caballo y el rey de ese palo vale 40 puntos, que hay que cantar cuando se consiguen.

    Ejemplo: Marta llegó ayer de fiesta a las siete de la mañana y su madre le cantó las cuarenta en cuanto entró por la puerta.

👉 Algunas expresiones extra

Nos ha gustado tanto escribir sobre este tema que, además de las cinco expresiones que acabamos de explicar, hemos decidido añadir unas cuantas más de regalo. Sí, sabemos que ninguna de estas expresiones es del póker, pero nuestra querida baraja y nuestros juegos tradicionales también han sabido ganarse un huequito en nuestro refranero y también en esta entrada.

  • Pintan bastos. Esta expresión quiere decir que la situación está complicada y que tiene toda la pinta de que solo va a ir a peor. Los bastos son el palo de la baraja generalmente asociado a la clase social o el pueblo llano; de igual manera, se asocian los oros con la realeza y las copas con el clero. En el juego del tute, el palo que “pinta” es el que más valor tiene. Por eso, cuando en una situación se dice que “pintan bastos”, significa que hay peligro —para los de arriba, queremos decir—, porque el pueblo es, en ese momento, quién más vale o cuenta.
  • Ser sota, caballo y rey. Son tres figuras de la baraja española que se suceden. Cuando se dice que algo es sota, caballo y rey, quiere decir que es algo previsible y que acontecerá sin grandes cambios ni sorpresas.

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