Bill Benter: jugador de casino, empresario, profesor y filántropo
Físico de formación, Benter descubrió muy pronto cómo lucrarse de su talento para las matemáticas: contar cartas en partidas de blackjack. Gracias a sus habilidades, además del libro de Beat the Dealer de Edward O. Thorp sobre esta técnica, Benter desplumó a todo aquel que se sentaba en su mesa, incluida la banca, hasta serle vetada la entrada, siete años después, a buena parte de los casinos de Las Vegas.
En colaboración con Alan Woods, jugador experto en carreras de caballos, desarrolló una fórmula matemática para acertar los resultados de estas competiciones. ¿El resultado? El desarrollo de un software informático de análisis de datos que, hasta el momento, es uno de los más precisos del sector. Gracias a esta fórmula, se estima que Benter recibe una suma de 100 millones de dólares al año. ¡Casi nada!
Edward O. Throp: el matemático detrás del conteo de cartas
Doctorado en matemáticas y adelantado a su tiempo, Throp desarrolló mediante un simulador de software la estrategia del conteo de cartas que le sirvió a Bill Benter para ser imbatible jugando al blackjack. Su libro Beat the Dealer, la única guía sobre el conteo de cartas, es la materialización de esta estrategia tras su puesta en práctica en casinos de Las Vegas, Reno y Lake Tahoe. Sus conocimientos matemáticos también le sirvieron para desarrollar el primer ordenador portátil que empleó en mesas de blackjack y ruleta hasta que su uso se prohibió en 1985, así como también creó y aplicó técnicas de fondos de cobertura en diferentes mercados financieros. Su fortuna está valorada en 800 millones de dólares.
Zeljko Ranogajec: el mayor apostador del mundo
El australiano Ranogajec enseguida vio que la manera de ganar dinero era jugando al blackjack. Dotado de una memoria fotográfica prodigiosa y con un gran talento para las matemáticas, Ranogajec no tardó en convertir apuestas de unos cientos de dólares en cantidades de siete cifras. Tras ser vetado de la mayoría de los casinos de su país de origen, cambió las cartas por las carreras de caballos, una disciplina que le permitió aplicar sus conocimientos matemáticos para ganar una fortuna.
Muy receloso de su vida privada y sus negocios, es difícil estimar el valor total de su fortuna. Se cree que posee el 8% del volumen de ventas del conglomerado australiano Tabcorp que se traducen en cifras astronómicas de 1000 millones de dólares al año. Si a esto le sumamos los 7,5 millones de dólares que ganó en los años noventa jugando al keno, podemos pronosticar con muy poco margen de error que los descendientes de Ranogajec tendrán la vida resuelta durante varias generaciones.
Billy Walterns: no hay apuesta deportiva que se le resista
Walterns lleva las apuestas en la sangre: hijo de un jugador profesional de póker y sobrino de un apostante profesional, su primera apuesta la hizo a los nueve años. Sin embargo, la suerte no le empezó a sonreír hasta pasados 30 años; hasta entonces, sus apuestas le reportaron mayoritariamente pérdidas y estuvo, incluso, a punto de perder su casa.
Ya como apostador profesional, comenzó su propia casa de apuestas, algo que por entonces era ilegal en su tierra natal, Kentucky. Desde los años ochenta y ya asentado en Las Vegas, Walterns solo ha fallado una apuesta, lo que le ha costado ser vetado de casinos en Las Vegas e incluso de casas de apuestas. Para continuar apostando, recurre a otras personas que lo hacen en su nombre. Su fortuna se estima en 200 millones de dólares. Fue condenado por abuso de información confidencial y cumplió sentencia hasta que su pena le fue conmutada por Donald Trump en enero de 2021.
Phil Ivey, el Tiger Woods del póker
10 pulseras de la Serie Mundial de Póker, un título y nueve veces finalista del World Poker Tour: así podemos resumir la carrera profesional de Phil Ivey, uno de los mejores jugadores del póker actual. A la edad de 20 años comenzó a jugar de manera profesional hasta convertirse en el jugador más joven en alzarse con 10 brazaletes de este prestigioso torneo de póker.
Con una fortuna valorada en 100 millones de dólares, 19 de estos son procedentes del póker online. La prestigiosa revista All in Magazine lo proclamó el mejor jugador de póker en 2005 y 2009. En 2012 Ivey denunció al casino londinense Crockfords por negarse a entregarle el pago de unos nueve millones de euros que supuestamente había ganado en una partida de baccarat. El casino argumentó que el jugador había usado la técnica de “clasificación de bordes” (edge sorting en inglés). El Tribunal Supremo británico declaró sentencia a favor del casino en 2017 tras haberse descubierto que Ivey se había compinchado con una crupier asiática para ayudarle a desplegar dicha ventaja mediante el uso de una baraja trucada.
Patrik Antonius: de tenista a jugador de póker de éxito
Una lesión grave de espalda acabó con el sueño de Patrik de convertirse en tenista profesional. El finlandés jugó por primera vez en un casino a los 18 años y, aunque al principio acumuló más pérdidas que ganancias, al cabo de unos meses la situación dio un giro de 180 grados. A lo largo de su carrera profesional, que comenzó en 2002, ha acumulado una fortuna de 11 millones de dólares jugando exclusivamente al póker online. Su periodo más lucrativo fue de 2009 a 2013; en 2012 ingresó 1.377.000$ en una sola mano en una partida en el torneo Aussie Million, en el que quedó segundo por detrás de Phil Ivey. El jugador confiesa que nunca ha leído un libro sobre póker ni visto tutoriales sobre este juego y que se trata de todo un autodidacta.
Como acabas de ver, ganar dinero en las mesas de casinos requiere habilidades especiales, innatas, como una mente fotográfica, pero también cierta pericia con las maneras de sortear la legalidad del juego.
