El fraude en apuestas deportivas bajó en 2019
En su último informe anual la organización sin ánimo de lucro International Betting Integrity Association (IBIA) revela que el fraude en apuestas deportivas experimentó un descenso del 31% en 2019 en comparación con el año anterior. ¿Qué está haciendo la industria para parar un fenómeno que amenaza sus intereses y la integridad del deporte? ¡Sigue leyendo!
84 alertas menos de fraude en apuestas deportivas en 2019: así de reducido pero positivo es el saldo que arrojó la entidad sin ánimo de lucro International Betting Integrity Association (IBIA) en su último informe anual sobre integridad en apuestas. La organización, primero con el nombre ESSA con que fue fundada en 2005 y como IBIA desde el 4 de junio del año pasado, recopila las sospechas de apuestas deportivas fraudulentas reportadas por sus operadores socios y presenta los resultados de manera trimestral y anual.
De las 183 alertas recibidas en 2019, 87 de ellas tuvieron lugar en Europa con el tenis (33) y el fútbol (33) como grandes protagonistas. A pesar de este marcado descenso sobre todo en tenis, Europa continúa siendo el epicentro de los partidos amañados (87 en 2019 frente a los 147 de 2018), seguido de Asia donde subieron ligeramente de 48 a 52 en 2019. En España, de las 10 alertas en tenis registradas en 2018 se bajó a 3 en 2019; en fútbol, de 7 a 0. En el resto de los deportes reportados, España no registra ningún caso.
Como organización sin ánimo de lucro, el objetivo primordial de IBIA es combatir las estafas en el sector de las apuestas deportivas a fin de salvaguardar la integridad del deporte y las empresas vinculadas a las apuestas. Para ello, la asociación cuenta con una plataforma propia de monitoreo y alerta que proporciona a sus socios estratégicos (operadores regulados) patrones de conducta sospechosos de tratarse de estafas. Empresas como LeoVegas, bet365, bwin, Betway o William Hill forman parte de la extensa red de operadores que emplean los sistemas de gestión de riesgos desarrollados por la organización.
Gracias a esta plataforma, las empresas socias pueden crear y compartir alertas con otros miembros en caso de detectar operaciones sospechosas por parte de uno o varios apostantes. Para su buen funcionamiento, el resto de los socios han de responder rápidamente y al detalle sobre la presencia de movimientos similares en sus sistemas. IBIA recopila y analiza las alertas según sus criterios de riesgo para determinar si es preciso solicitar una investigación al respecto. En caso positivo, las actividades sospechosas son reportadas a los organismos deportivos y entidades reguladoras correspondientes con los que IBIA tiene un acuerdo de cooperación. Para una mayor transparencia, los operadores han de enviar informes de aquellas operaciones sospechosas que ayuden a las autoridades competentes a investigar los presuntos casos de fraude.
La industria, comprometida con la integridad del deporte
Desde que se diera a conocer en 2019, la operación Oikos no deja de ocupar titulares en la prensa española. En marzo de 2020 la plantilla del Reus era imputada por el amaño del partido contra el Valladolid de 2017, por el que, según el sumario, cada jugador se llevó un total de 10.000€. El caso de corrupción salpicó tan de lleno a la industria de las apuestas deportivas que no tardó en salir en su propia defensa y dejar claro su importante labor en la detención de fraudes de este tipo.
Casos tan polémicos como este y otros acontecidos en Europa han puesto de manifiesto la necesidad de establecer herramientas que blinden la integridad del deporte, protejan los intereses de los operadores y garanticen una actividad transparente para los apostantes. La UEFA hizo pública en octubre de 2019 una licitación para la realización de un estudio de viabilidad que permita a la entidad examinar los instrumentos a su disposición para investigar y llevar a los tribunales casos de amaño de partidos en cooperación con gobiernos, autoridades locales y cuerpos de seguridad. Aleksander Čeferin, presidente de la UEFA, explicaba en un comunicado oficial el papel que desempeña el sector a la hora de detectar posibles casos de amaño que, sin embargo, está muy limitado por la falta de instrumentos y cooperación con las autoridades competentes.
“El principal problema es que nuestra jurisdicción termina en el fútbol. No podemos pinchar teléfonos o meter a la gente en la cárcel; debido a que muchos servidores están a más de 10.000 kilómetros de distancia de Europa, es un problema que no podemos resolver por nuestra cuenta. Este estudio examinará cómo agrupar a los diferentes actores para, en cooperación y no en solitario, abordar una de las mayores amenazas a la integridad del deporte.” – Aleksander Čeferin, Presidente de la UEFA, en comunicado oficial
Organismos regulatorios como la Malta Gaming Authority (MGA) y la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ) pusieron en 2019 su granito de arena para combatir desde sus competencias esta práctica. En agosto veía la luz la Unidad de Integridad del Deporte de MGA, encargada de recopilar información sobre apuestas deportivas sospechosas y servir de enlace con organismos reguladores locales a internacionales. En palabras de Heathcliff Farrugia, director general de MGA, contar con un departamento de estas características es esencial para “garantizar que el crimen no está involucrado en el juego”. En la consulta pública que lanzaba el pasado 27 de mayo, MGA hacía un llamamiento a los distintos actores involucrados en el sector para participar con sus comentarios y observaciones sobre el sistema de reporte propuesto por el organismo regulador y otras cuestiones relacionadas con la integridad del deporte.
En julio de 2019 mediante la Orden PCI/759/2019 se creó la Comisión Nacional para combatir la manipulación de las competiciones deportivas y el fraude en las apuestas, abreviado CONFAD y adscrita al Ministerio de Hacienda. Con este nuevo instrumento las autoridades españolas buscan establecer vías de diálogo y cooperación entre la industria del juego online y organizaciones asociadas al deporte que se traduzcan en consejos, buenas prácticas e instrumentos bilaterales para combatir las estafas en las apuestas deportivas.