El magnate de casinos Stanley Ho ha muerto
El popular magnate de los casinos en Macao y Hong Kong Stanley Ho ha muerto a los 98 años de edad. El billonario y filántropo nacido en el Hong Kong británico deja un legado impresionante. Apodado el Padrino del Juego, el emporio que fundó en Macao, SJM Holdings, se ha convertido hoy en el gran actor de la industria del juego en Asia y uno de los principales a nivel mundial rivalizando con las grandes corporaciones de Las Vegas.
En Macao, la ciudad de juego que rivaliza con Las Vegas, el juego lleva siendo legal desde 1850 cuando las autoridades portuguesas autorizaron la actividad. Poco a poco, el enclave que se mantuvo formalmente bajo la autoridad de Portugal hasta 1999, ha crecido hasta convertirse en la capital mundial del juego.
Con la entrada de capital extranjero, principalmente de los Estados Unidos, las grandes compañías de Las Vegas, y de Australia, el negocio de los casinos, apuestas y lotería creció hasta superar en ingresos a la mismísima ciudad del pecado de Nevada.
No obstante, como en la conocida Franja de Las Vegas, los establecimientos del juego en Macao también se las están viendo con la crisis económica generada por la pandemia global del coronavirus. El turismo de los casinos y las apuestas es la principal fuente de ingresos en Macao. Seguro que los establecimientos del imperio de Stanley Ho tendrán un gran papel que jugar en la recuperación económica de la peculiar ciudad china.
Stanley Ho y SJM Holdings
Mientras que su cuarta esposa, Angela Leong, continúa administrando formalmente SJM Holdings, la otra parte de su fortuna ya se la habían repartido sus hijos Pansy Ho, quien está al frente de MGM Macao, empresa conjunta con MGM Resorts, y Lawrence Ho, el dueño de City of Dreams junto a Melco Crown.
Pero Pansy ya se ha postulado para situarse al frente del holding, consolidando su poder en el consejo de administración, todo bien que su hermano Lawrence ha recalcado que su único interés es en seguir desarrollando la marca Melco en el sudeste asiático. Aunque Angela Leong, dueña del 8% de la compañía seguro que hará valer sus intereses.
En total, el imperio que Stanley Ho construyó en Macao deja una veintena de casinos, entre ellos el magnífico Grand Lisboa, con su espectacular estructura de flor de loto. Pero también operaciones repartidas en todo el sudeste asiático, con intereses en Portugal, Corea del Norte, Vietnam, Filipinas, Indonesia, Timor y Mozambique.
Se calcula que su fortuna personal ascendería a cerca de 7 mil millones de dólares, aunque esta se habría reducido considerablemente después de diversas transferencias a los miembros de su familia en los últimos años.
Extravagante, apasionado del baile y elegante, Stanley Ho pertenecía a una generación de empresarios que se está perdiendo. Astuto para los negocios hasta el punto de bordear la ilegalidad, su presencia nunca dejaba indiferente a nadie. Las formas y la etiqueta no se negociaban.
Ho se aprovechó del monopolio que le garantizaron las autoridades chinas sobre los casinos de Macao hasta 2002, cuando la inversión extrajera empezó a hacer notar su presencia en el enclave. Pero siendo la referencia de la industria en la región, las inversiones de las grandes corporaciones de Las Vegas no hicieron sino agrandar su fortuna y poder.
Sus orígenes fueron humildes. Escapó de Hong Kong muy joven hacia Macao, huyendo de la invasión japonesa. Su fortuna la construyó con el contrabando de mercancías desde la entonces colonia portuguesa hacia China, contando con el beneplácito de los japoneses.
En 1961 ganó el concurso público para hacerse con la industria del juego en Macao, con la promesa de desarrollar la infraestructura de la ciudad y promover el turismo, cosa que ha hecho. Su oferta había sido la más alta.
Ho siempre ha sido relacionado con la mafia china y el crimen organizado, la tríada Kung Lok, algo que su familia ha negado en repetidas ocasiones. Sus negocios, que dan empleo a casi uno de cada cuatro trabajadores en Macao, son muy apetecibles para todos los actores del juego, legal e ilegal.
Con su muerte se va uno de los últimos magnates del glamour de la gran época del juego y los casinos, ahora que se están siendo suplantados por las operaciones online. Se nos ha ido un “empresario patriota”, afirmó la emisora estatal china CCTV.