El sector preocupado ante el nuevo borrador de publicidad del juego online
El sector no se lo ha tomado muy bien. La nueva regulación propuesta por el Ministerio de Consumo al mando de Alberto Garzón pretende extender la prohibición de la publicidad de casinos y casas de apuestas vigente durante el estado de alarma. Esta sería la nueva normalidad para un sector que se siente altamente perjudicado por el gobierno. Te contamos cuál es trasfondo de la polémica.
Las diferentes asociaciones que reúnen a la industria igaming en España, como Jdigital o Cejuego, no daban crédito. Alberto Garzón, al frente del Ministerio de Consumo y con competencias sobre los juegos de azar y la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ), no se retractaba y cumplía su promesa. La publicidad del sector va a estar regulada como lo fue durante el estado de alarma, no hay marcha atrás.
Pero las alarmas que se han encendido han sido las de la industria, sobre todo en las casas de apuestas, que ven en la publicidad un medio perfecto para la captación de nuevos clientes. Siendo un sector que ha venido gastando muchísimo dinero en publicidad y patrocinios, la decisión del ministerio es un golpe muy duro.
Ahora que los operadores estaban empezando a ver luz al final del túnel, sobre todo gracias a la reanudación de la liga de fútbol profesional y el beneplácito del gobierno a permitir de nuevo la publicidad de las casas de apuestas en las equipaciones de los clubes de fútbol y en los estadios, el nuevo borrador que enmienda el proyecto de Real Decreto supone un retroceso.
Como ya informamos, la franja horaria de 1 a 5 de la madrugada se generaliza como lo fue durante el estado de alarma y no se contemplan excepciones, ni siquiera para los eventos deportivos de máxima audiencia. El gobierno no parece tener pensado relajar sus medidas.
Algo semejante ocurre con los patrocinios de las casas de apuestas en las camisetas de los equipos, que se quieren restringir. Un negocio de millones de euros que le da la vida a muchos clubes podría irse al traste. En el Reino Unido, por ejemplo, la competición de fútbol le habría pedido al gobierno que resista los intentos de prohibir los patrocinios porque pondría en riesgo la economía de muchos clubes.
La justificación para tales medidas draconianas es la protección a los menores y las personas con riesgo, una de las mayores preocupaciones del ministerio durante el confinamiento. Por ello también se le pone freno a uno de las mayores atractivos en los casinos online en España, los bonos de fidelización o de bienvenida. Nadie en la industria se muestra satisfecho y la frustración crece.
¿Qué se esconde detrás de las medidas de Garzón?
Se trataría de una prohibición al juego online, se clama desde el sector. Otras voces desmienten los datos del ministerio acerca del juego problemático y afirmarían que solo un número insignificante de jugadores presenta síntomas relacionados con trastornos ocasionados por el juego. Las medidas no se justificarían y las informaciones que se aportan desde el ministerio serían engañosas.
Pero la polémica va más allá de si la nueva regulación está realmente pensada para la protección de los más jóvenes y aquellos con menos recursos, como se desprendía de un tuit del líder de Podemos Pablo Iglesias. La cuestión principal es que desde el ministerio se estaría perjudicando al sector privado y, en cambio, se estaría favoreciendo claramente a los operadores que dependen del estado.
Tanto la ONCE como la Sociedad Estatal Loterías y Apuestas del Estado (SELAE) parecerían resultar beneficiadas por las medidas. Las restricciones de unos podrían suponer el provecho de otros. El libre mercado estaría siendo amenazado, se dice, y a nadie le importa que sean precisamente menores, los niños de San Ildefonso, los que continúen, año tras año, alimentando nuestra pasión por el juego con el beneplácito del estado. La sombra de Garzón, el líder de los comunistas españoles, es alargada.
El director de la DGOJ sale en defensa del borrador
En una entrevista reciente con eldiario.es, el recientemente nombrado director general de la DGOJ, Mikel Arana, se reafirmaba en la medidas tomadas desde el ministerio de Consumo.
Asimismo, reiteraba que ni la ONCE ni las Loterías del Estado recibían un trato favorable. La cuestión con estos operadores sería diferente porque se trataría de empresas sin ánimo de lucro. Por otra parte, reconocía que el sector de las apuestas deportivas tendría que adaptarse a la nueva situación, mientras que le restaba drama a los patrocinios, pues estos pueden venir de otros lugares, no necesariamente de las casas de apuestas.
Por último, es interesante su aproximación al juego problemático. Con el nuevo borrador de publicidad se trata de prevenir que los más jóvenes puedan acceder a los operadores online, lo que se considera socialmente beneficioso para así cortar de raíz el consumo compulsivo.
Pero como suele ocurrir con estas polémicas, la gran pregunta que está en el aire es si las restricciones propuestas lo que estarían provocando es que aumente el juego ilegal. Las autoridades podrán prohibir la publicidad del juego legal en España, pero ¿podrán controlar lo que ocurre con el juego ilegal que campa a sus anchas en internet? No parecen que estén por la labor.