¿Para cuándo Hard Rock Entertainment World?
El proyecto del complejo hotelero y casino de la compañía de entretenimiento Hard Rock en la provincia de Tarragona sigue estancado. Aunque Hard Rock tendría la intención de comenzar con las obras en mayo de este mismo año, no parece que esto sea viable. Los plazos se van agotando. Te lo contamos aquí.
El consorcio Hard Rock ha puesto sus ojos en Europa. Sus famosos cafés se han expandido a lo largo del continente y no hay capital que se precie que no cuente con uno. Ya tiene un complejo hotelero en Tenerife y dos lujosos hoteles abrirán sus puertas muy pronto en Madrid y presumiblemente en Barcelona.
Su primer casino, el Hard Rock Hotel & Casino en la famosa franja de Las Vegas (The Strip) fue inaugurado en 1995. Aunque la gran mayoría de éstos se trata de compañías mixtas, los resorts que se han abierto en Hollywood, Atlantic City, Tampa, Punta Cana, Vancouver o Macao, así como los muchos que se encuentran en proyecto, significan una apuesta y expansión internacional muy importantes.
Le toca el turno a España
Todo el proyecto ha pasado por numerosas dificultades y se remonta al fallido plan de 2012 del magnate Sheldon Adelson de desembarcar en España con Eurovegas, concretamente en el delta del Llobregat.
Una vez que Adelson decidió retirarse al no contar con las garantías suficientes por parte de las administraciones, la Generalitat puso en marcha un nuevo macrocomplejo turístico y de ocio, esta vez en la Costa Dorada tarraconense. Bautizado como BCN World, ha pasado a denominarse Hard Rock Entertainment World una vez que la compañía estadounidense se hizo con la adjudicación del proyecto. De esto hace ya un par de años.
El plazo de realización de seis años lo dispuso la administración catalana. En 2017 las perspectivas eran inmejorables. Con una promesa de inversión de 2.000 millones de euros y la creación de miles de puestos de trabajo, las obras se habían fijado para el 2018. No obstante, desde su adjudicación poco se ha movido en este sentido. Y los años van pasando.
Los terrenos en los que se va a ubicar el complejo son, en principio, propiedad de una sociedad de La Caixa, y su valor podría ascender hoy a los 120 millones de euros. Una de las condiciones para su desarrollo habría sido la compra de los terrenos por parte de la administración pública, que pasaría así a financiar un proyecto privado. Se trata de una práctica común con el fin de incentivar la inversión. Aunque desde la Generalitat se ha negado este punto.
No obstante, Damià Calvet, el consejero de Territorio y Sostenibilidad del gobierno catalán, declaraba a mediados del año pasado que ejercerán la opción de compra de los terrenos como estaba estipulado.
“Ejerceremos la opción de compra firmada en su día con luz y taquígrafos. Estos terrenos se pondrán a disposición del ganador del concurso de licencias de casino, también desarrollado con luz y taquígrafos por parte del Govern.”
Las reacciones críticas no se hicieron esperar, y la inversión pública ha sido vista como una señal de que, en realidad, el proyecto no marcha. De hecho, lo único que se sabe hoy es que todo el complejo sigue en el aire.
No está muy claro si desde la administración se pretende vender a Hard Rock los terrenos adquiridos, o qué se quiere decir cuando se afirma que se trabaja para “crear las condiciones que permitan desarrollar este proyecto estratégico”.
Desde la Generalitat se apunta a que las negociaciones con Hard Rock siguen abiertas. Lo que básicamente quiere decir que aún no hay acuerdo de compra de los terrenos. No obstante, Hard Rock estaría planeando el comienzo de las obras para mayo del 2020. Estaremos atentos a lo que pueda pasar en este sentido.
El de Tarragona no es el único proyecto que se tambalea
La inestable situación política que vive Cataluña no ayuda y se teme que el megaproyecto nunca vea la luz. Uno de los problemas que se apuntan es la falta de liquidez por parte de Hard Rock, que estaría buscando socios para el financiamiento, pues la compañía estadounidense simplemente opera como marca, no es un promotor.
Otro de los obstáculos señalados desde el sector es que, de por sí, los casinos físicos no son un tirón turístico, aunque en este sentido el complejo vendría a completar el ya existente de PortAventura. También se es consciente de que las marcas americanas no funcionan tan bien en España como en otros países europeos.
Hace poco conocíamos que ha sido rechazada la candidatura de Hard Rock para el desarrollo de un complejo turístico y casino en el área, hoy privatizada, del aeropuerto internacional Ellinikon de Atenas. La remodelación del antiguo aeropuerto es uno de los proyectos de construcción más importantes en Europa y una fuente de inversión de capital para la maltrecha economía griega.
La autoridad reguladora del país heleno, HGC (Hellenic Gaming Commission) habría detectado graves defectos en relación a las garantías financieras y también con respecto a la experiencia necesaria para el desarrollo de proyectos de este tipo por parte de Hard Rock.
Después de haber expandido el modelo de negocio por toda la geografía norteamericana, con importantes complejos en el mundo latinoamericano también, y una firme expansión en Asia, con intereses en los principales centros económicos y del mundo del juego, parece que las cosas no le están saliendo tan bien en Europa al gigante estadounidense.