Reguladores europeos unen fuerzas contra los rascas
Autoridades de control del juego de España, Francia, Alemania, Portugal, Reino Unido y Austria se han congregado para proclamar un acuerdo unánime. Dedicados a salvaguardar los intereses de los consumidores, asumen el reto de abordar las complejidades asociadas con los juegos de rasca y gana, poniendo especial atención en la juventud.
Reguladores europeos unen fuerzas contra los rascas. ©Minsu B/Pexels
Hacia una regulación integral del juego
Los representantes de los organismos reguladores de juegos de España, Francia, Alemania, Portugal, Reino Unido y Austria se reunieron en Viena los días 11 y 12 de junio.
Este encuentro, alojado en las históricas dependencias del Ministerio Federal de Finanzas de Austria, fue un foro para el intercambio de ideas y experiencias regulatorias en el ámbito del juego.
La declaración conjunta, fruto de intensas deliberaciones, no solo resalta la importancia de proteger a los jugadores de los riesgos inherentes a los juegos de rasca y gana, sino que también pone de manifiesto la preocupación compartida por el bienestar de los menores.
Los reguladores reconocen que estos juegos, accesibles y de resultado instantáneo, pueden ser particularmente atractivos para el público joven, lo que aumenta el riesgo de desarrollar comportamientos de juego problemáticos a una edad temprana.
Con el auge de las plataformas digitales, los reguladores han destacado la necesidad de adaptar las estrategias regulatorias para abordar los nuevos desafíos que presenta el juego online. Se ha propuesto un análisis más profundo de las tendencias digitales y su influencia en los hábitos de juego, especialmente entre los jóvenes.
El manifiesto subraya la necesidad de implementar estrategias de protección y prevención más efectivas. Se propone la creación de sistemas de alerta temprana y la promoción de herramientas educativas dirigidas tanto a jugadores como a sus familias.
Además, se enfatiza la importancia de colaborar con las plataformas de venta y distribución para garantizar que los controles de edad sean más rigurosos y efectivos. Los reguladores también abogaron por la unificación de criterios regulatorios en lo que respecta a la publicidad y promoción de los juegos de rasca y gana.
Buscan establecer un marco común que limite la exposición de los menores a mensajes publicitarios que puedan incitar al juego y que asegure que la publicidad de estos juegos sea responsable y no engañosa.
Reconociendo la necesidad de una base de datos sólida para la toma de decisiones informadas, los reguladores acordaron comprometerse con la investigación continua. Esto incluye estudios sobre el impacto de los juegos de rasca y gana en diferentes grupos demográficos y la eficacia de las medidas preventivas existentes.
Finalmente, la declaración destaca la importancia de la cooperación internacional en la lucha contra los desafíos del juego irresponsable. Los reguladores se comprometen a compartir información y mejores prácticas, así como a apoyar iniciativas que promuevan un juego seguro y responsable a nivel global.
Jurisprudencia del TJUE: Un equilibrio entre libertad y regulación
La jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) fue otro tema del encuentro. Los reguladores expresaron su deseo de intervenir en procedimientos prejudiciales para asegurar que se respeten las leyes nacionales y la protección de los jugadores.
Aunque la Unión Europea promueve la libre prestación de servicios y la libertad de establecimiento, incluso para las empresas de juego, el TJUE ha reconocido que los Estados miembros tienen el derecho de imponer restricciones proporcionadas para regular el juego.
Estas limitaciones buscan, sobre todo, proteger a los jugadores a través de leyes nacionales. En un entorno cada vez más digitalizado, los reguladores subrayaron la importancia de adaptar la legislación a los nuevos modelos de negocio online.
Esto incluye la consideración de cómo las plataformas digitales pueden afectar las prácticas de juego y la necesidad de actualizar las regulaciones para abordar los desafíos emergentes.
Por otro lado, los juegos de rasca y gana, aunque puedan parecer inofensivos, y sean compartidos frecuentemente entre padres e hijos, no están exentos de riesgos. Los reguladores europeos han observado la popularidad y la dimensión significativa de estos juegos en sus jurisdicciones.
Ante esta realidad, se comprometen a colaborar para garantizar la aplicación efectiva de las normativas nacionales de protección de los jugadores. El foco está puesto en los menores, quienes no deberían ser expuestos al juego a través de estos productos.
El CPJ y su rol en la regulación del juego
El Consejo de Políticas del Juego (CPJ), integrado por miembros de las Comunidades Autónomas y representantes del Estado, también juega un papel vital en la regulación del juego en España. Sus reuniones periódicas son fundamentales para discutir y proponer mejoras en la legislación y las prácticas de juego.
En línea con su misión, el CPJ ha tomado medidas decisivas para abordar las áreas de preocupación en la industria del juego. Esto incluye la implementación de políticas más estrictas para la verificación de edad y la promoción de herramientas de autoexclusión, permitiendo a los jugadores establecer límites en su actividad de juego.
Con un enfoque particular en la protección de los consumidores y la prevención de la ludopatía, el CPJ se esfuerza por crear un entorno de juego seguro y responsable.
En su última reunión, el Consejo puso especial énfasis en la necesidad de reforzar la regulación de la publicidad de las casas de apuestas. Esta iniciativa surge como respuesta a la anulación de ciertos artículos del Real Decreto por parte del Tribunal Supremo, que había dejado un vacío legal en la materia.
El ministro Pablo Bustinduy ha propuesto una legislación que busca restablecer restricciones en la publicidad de las casas de apuestas en plataformas digitales, incluyendo la promoción en redes sociales y la participación de figuras públicas o influencers en campañas publicitarias.
Con estas medidas, el CPJ busca proteger a los consumidores y garantizar una actividad de juego seguro y transparente. Este compromiso con la regulación efectiva del juego se alinea con los esfuerzos recientes de los reguladores europeos, quienes promueven una regulación coherente y eficaz en todo el continente.
