La DGOJ publica el perfil del jugador en 2019
El sector cerraba 2019 con una pérdida de 7,20 puntos en jugadores activos, así se desprende del informe que ha publicado la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ) en España. El informe señala, además, que el 12% de los apostantes juegan todos los 12 meses del año y que solo el 70% pierden una media de 138€ anuales. ¿Son las cifras alarmantes o no hay de qué preocuparse?
La Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ) no podía haber publicado el informe del jugador de 2019 en mejor momento: en plena campaña contra el Real Decreto sobre las Comunicaciones de las Actividades del Juego, aprobado por el gobierno en noviembre de 2020. La semana pasada se sabía que el Tribunal Supremo había admitido a trámite el recurso contencioso contra el RDCC presentado por la Asociación Española de Juego Digital (JDigital).
Los datos más relevantes del informe
Uno de los datos que más se ha resaltado de este informe es la disminución del número de jugadores activos en 2019. Con respecto a 2018, que experimentó un aumento del 6,70% en jugadores activos, el sector registró 7,20% menos. Según los datos, las apuestas deportivas fue el segmento que experimentó una variación más pronunciada con respecto al año anterior: 12,40% de usuarios menos. Sin embargo, esta modalidad sigue siendo la que acumula una mayor tasa de apuestas (43,43%). La caída en el resto de las modalidades fue menos aparatosa; esto es, los juegos de casino presentaron un descenso del 0,43% y el póker, 0,29%. El bingo fue el único segmento que presentó un ligero aumento (1,99%).
En total, en España jugaron de forma activa 1.367.300 usuarios en 2019, de los cuales el 12% apostó los 12 meses del año. 302.846 de estos fueron nuevos jugadores. De media, los jugadores apostaron durante 5 meses y el 66,16% es fiel a su operador de confianza. Los rangos de edad más activos en 2019 siguieron siendo de los 18 a los 45, que registraron una menor caída que otros rangos como de 45-55 (-11,25%), 56-65 (-15,23%) y más de 65 (-11,00%). Los jugadores comprendidos entre los 26 y 35 años continúan siendo los que más apuestan en España (34,51%).
Cuánto gastamos en 2019
Bajaron el número de jugadores activos, pero no la cantidad de los depósitos y las retiradas. En 2019 se realizaron 51.082.176 depósitos y 8.369.272 retiradas, el 11,22% y el 21.34% más que con respecto al año anterior, respectivamente. Se depositaron 1.976.792.170€ y se retiraron 1.264.475.784€. La media por usuario es de 1.692,3€ depositados y 2.058,9€ retirados.
Seguimos utilizando las tarjetas de crédito para depositar (71,99%) y retirar (46,75%), porcentajes que han variado levemente con respecto a 2018. El resto de las formas de pago han descendido décimas. Los monederos tipo PayPal, Skrill, Neteller o Trustly bajaron algo en 2019 y suponen el 17,86% para depósitos y 23,06% para retiradas (18,23% y 24,06% en 2018). En el cajón de sastre, titulado como “resto”, se incluyen los pagos por móvil. Este segmento ha subido unas décimas en 2019, que visto el aumento de los pagos móviles y la petición de prohibir las tarjetas de crédito en casinos online, siguiendo el modelo británico, podría subir varios puntos en el futuro.
Lo que perdimos y lo que ganamos
Los jugadores de casino fueron los que tuvieron una mayor participación promedia de 16.348€ con premios de 15.779€ de media. El 40,3% de los jugadores perdieron de 0 a 100 euros (cinco décimas menos que en 2018) y el 13,1% ganaron premios entre este mismo rango. Los premios superiores a 3.000€ solo los saboreó el 0,81% de los jugadores y el 4,9% perdió una suma de más de 3.000€. Teniendo en cuenta la variación entre las pérdidas y ganancias registradas en 2019, la media es que el 70% pierde 138€ y el 10% ganaron más de 80€.
¿Cifras alarmantes?
Fundamentándose en los datos de este informe, Andrea Vota, director de JDigital, negaba en un artículo publicado en elEconomista.es que el sector fuese la ley de la selva, término con el que Alberto Garzón, ministro de Consumo, habría definido el estado de la publicidad en el sector antes del Real Decreto de noviembre de 2020. Vota afirmaba que los datos arrojados por el informe convalidan que no existe la alarma social creada en los últimos años y que
“el jugador online en España no es un jugador compulsivo, por más que se empeñen en considerarlo así.”
Sin embargo, la Red de Atención a las Adicciones (UNAD) calificaba en un tuit como alarmante el que haya más de un millón de jugadores activos y que el 84% de estos tengan entre 18 y 45 años.
He aquí puntos de vista claramente encontrados. Siempre depende de en dónde se ponga el énfasis. Si bien es cierto que atendiendo solo a los datos los números en España no son alarmantes, no lo son si los comparamos con otros mercados como el británico. Sin embargo, estas cifras solo reflejan el perfil de un determinado jugador: el usuario online. Mucha de la alarma social viene dada por la proliferación de salas físicas en los últimos años en barrios de bajo poder socioeconómico.
Según el Estudio y análisis de los factores de riesgo del trastorno del juego en población clínica española, publicado en 2017, el 56,4% de la muestra empleada procedían de un nivel socioeconómico bajo. Esto unido con una oferta de ocio que combina deportes con entretenimiento a un precio asequible y la posibilidad de ganar dinero ha hecho crecer la voz de alarma.
El debate sigue en pie y cuanto más constructivo será, mejor se diseñarán las leyes que nos hagan encontrar el tan difícil equilibrio en una sociedad que ni es blanca ni es gris.