¿Qué esconden los casinos sociales?
Están por todas partes en internet. El casino social se ha multiplicado en los últimos años. Propiamente no se trata de juego con dinero real como en un casino online pero su mecánica es la de un juego de azar, muy parecido a las cajas de recompensa o loot boxes que han creado polémica y que en España se quieren regular. Le echamos una mirada a lo que esconden los aparentemente inocentes casinos sociales.
De apariencia inocente para el disfrute diario sin riesgos y para compartirlo con los amigos a través de las redes sociales, se trata de una apuesta sin apuestas. El casino social prolifera en internet, tiene cada ver más adeptos y en redes sociales como Facebook son fáciles de encontrar. Pero ¿qué son exactamente los conocidos como social casinos?
Juega dinero sin dinero real
El casino social es una promesa de diversión jugando a máquinas de azar. No requiere de dinero real, por lo que tampoco hay grandes recompensas, aunque existe la posibilidad de ganar monedas virtuales gratis que son necesarias para jugar otra partida. En la red se pueden compartir las ganancias, competir en un ranking, invitar o retar a los amigos. Lo normal es registrarse vía Facebook, que permite también acceder a las monedas virtuales. Siempre existen nuevos juegos que se pueden desbloquear dependiendo del nivel de habilidad. Se trata de un juego sin riesgos, esa es la teoría.
Su gran expansión llegó a la par que la tecnología móvil de última generación y el avance que supuso la última revisión del código html. Porque el casino social, así como los juegos sociales, se juegan básicamente en el móvil y a través de las redes sociales. Se dice que más de la mitad de los usuarios de Facebook se ha involucrado alguna vez en este tipo de juego.
Los propios casinos online anuncian el casino social como una forma de diversión que permite acercarse a los juegos de casino. Los proveedores de software que desarrollan máquinas slots también tienen sus versiones sociales. IGT se habría aventurado en este segmento, y el proveedor español Red Rake Gaming comenzó en 2011 desarrollando títulos en la industria de casino social antes de pasarse al negocio real.
Pero hay muchos más. Zynga propone slots y póker, el bingo de Playtika es famoso en la red y aunque no es tan provechoso como el bingo en casinos con dinero real, es una de las mayores preferencia de los jugadores, Williams Interactive desarrolla slots también. Bingos, juegos de póker y, por supuesto, máquinas slots son las estrellas del casino social. Akamon Entertainment era una empresa de Barcelona fundada en 2011 para el desarrollo de juegos de casino social. En 2015 fue vendida a Imperus Technologies por 25 millones de dólares y hoy se ha convertido en Tangelo Games Spain. Da la medida de la importancia del negocio que mueve el casino social.
El discreto encanto del casino social
Sin el desarrollo de los smartphones, las aplicaciones de descarga y el uso continuado de redes como Facebook, Instagram o Twitter, el casino social sería inimaginable. Su acceso es sencillo, cualquiera puede pues son omnipresentes: a la distancia de un clic en la Play o App Store, que desde hace tiempo se han entregado a los juegos de azar. Aunque en cualquier videojuego se encuentran anuncios continuados de casino social con juegos para descargar de inmediato.
Los ingresos que genera la industria de casino social se han estimado en 5,3 mil millones de dólares, casi lo mismo que lo que generan los casinos tradicionales de la Franja en Las Vegas. Pero si los juegos son gratuitos y no se invierte dinero real en los mismos, ¿de dónde sale el dinero? Los anuncios son su principal fuente de ingresos, por supuesto. Pero de lo que realmente se trata es del gancho. El nivel de dopamina que se libera al conseguir una ganancia, aunque ésta sea virtual, es exactamente el que se necesita para mantenerse enganchado al juego. Llegado el momento, aunque solo sea 1 o 3 euros, se invierte dinero real para seguir jugando.
El impacto del casino social no se ha entendido bien o se ha subestimado. Si solo en fecha reciente el gobierno junto a la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ) en España ha empezado a mirar con lupa el tema de las conocidas cajas de recompensas o loot boxes que son una característica esencial de todos los videojuegos, la regulación del casino social sigue siendo un tema pendiente.
Pero los indicadores sociales están ahí, y la Fejar lleva tiempo trabajando el tema. Si desde el ministerio de Consumo y la DGOJ se considera que los mecanismos aleatorios que gobiernan las cajas botín son básicamente los mismos que los de las máquinas de azar online, por lo que existe un riesgo real de adicción entre los más jóvenes que juegan a los videojuegos, ¿qué decir del casino social? Sin embargo, en la regulación del juego en España no se les menciona en ninguno de sus textos.